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chichón lleno de sangre que ten�a en el cr�neo, y me preguntó:
 �Qui�n eres? �De dónde vienes?
 Eso no te importa  repliqu� secamente.
Se encogió de hombros y, cogiendo la bandeja con una mano, sacó la daga con la otra.
 En Koth nadie se muere de hambre  declaró . Voy a dejarte esta comida al alcance de la
mano y podr�s comer. Pero, te lo advierto, �como intentes golpearme o morderme, te apu�alo!
Me content� con gru�ir ferozmente. Se inclinó y dejó la bandeja y se apartó a toda prisa. Observ�
que la comida era una especie de estofado que calmaba tanto el hambre como la sed. Cuando acab� de
comer, me sent� de mejor humor. Al ver que mi guardi�n volv�a a la carga, respond� sus preguntas.
 Me llamo Esa� Cairn  le dije . Soy americano y vengo del planeta Tierra.
Meditó aquellas palabras durante un instante, y luego me preguntó:
 �Son regiones situadas m�s all� del Cinturón?
 Ignoro de lo que hablas  contest�. Sacudió la cabeza.
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Almuric Robert E. Howard
 Y yo; no comprendo tus palabras. Pero si no sabes lo que es el Cinturón, no puedes provenir
de las regiones situadas m�s all� de �l. Sin duda, son sólo f�bulas de todos modos. Pero, �de dónde
ven�as cuando te vimos acercarte por la llanura? �Era tuya la hoguera que vimos desde las torres la
noche pasada?
 Supongo. Durante varios meses, he vivido en las colinas del oeste. Descend� a las llanuras
hace algunas semanas.
Abrió los ojos desmesuradamente y me miró fijamente.
 �En las colinas? �Solo y con un pu�al por toda arma?
 Claro, �cómo si no?  pregunt�.
* * *
Sacudió la cabeza como si estuviera dominado por la duda o el estupor.
 Hace algunas horas te llame mentiroso. Ahora me cuesta trabajo hacerlo.
 �Cu�l es el nombre de esta ciudad?  le pregunt�
 Koth, de la tribu de los kothianos. Nuestro jefe es Khossuth el Rompedor de Cr�neos. Yo soy
Thab el R�pido. Me han encargado que te vigile mientras los guerreros iban al consejo.
 �Cu�l es la naturaleza de ese consejo?  me interes�.
 Deben decidir lo que se va a hacer contigo; llevan discuti�ndolo desde que se puso el sol, pero
todav�a no han llegado a una solución.
 �Cu�l es el motivo de su desacuerdo?
 Vaya  respondió , pues que algunos quieren que te cuelguen y otros que seas fusilado.
 Supongo que no se les habr� ocurrido la idea de dejarme marchar  pregunt� con cierta
amargura. Me miró heladamente.
 No seas est�pido  dijo con tono de reproche. En aquel momento, unos pasos ligeros sonaron
fuera, y la joven que hab�a visto antes entró de puntillas en la habitación. Thab la miró con desagrado.
 �Qu� vienes a hacer aqu�, Altha?  preguntó.
 Sólo quer�a contemplar de nuevo al extranjero  respondió la joven con voz dulce y
melodiosa . Nunca he visto un hombre como �l. Su piel es casi tan lisa como la m�a, y no tiene pelos en
el rostro. �Qu� extra�os son sus ojos! �De donde viene?
 Por lo que dice, ha llegado de las colinas  murmuró Thab.
A la chica se la desorbitó la mirada.
 �Pero, salvo las bestias salvajes, nadie vive en las colinas! �Quiz� se trate de una especie de
animal? Los guerreros dicen que puede hablar y entender nuestro idioma.
 Es verdad  gru�ó Thab, acarici�ndose delicadamente las heridas . Tambi�n rompe los
cr�neos de los hombres con los pu�os desnudos, que son m�s duros y pesados que mazas. �Vete! Es un
demonio furioso. Si te atrapa, cuando haya acabado contigo, no quedar�n de ti ni migajas para los
buitres.
 No me acercar� a �l  le aseguró . Sin embargo, Thab, no me parece tan terrible. Mira, no
me mira con cólera. �Qu� van a hacer con �l?
 La tribu decidir�  contestó . Probablemente deber� luchar con un leopardo con las manos
desnudas.
Juntó las manos en un gesto de compasión, algo que no hab�a tenido ocasión de ver en Almuric
anteriormente.
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Gentileza de El Trauko http://go.to/trauko
 �Oh, Thab! �Por qu�? No ha hecho ning�n da�o; ha venido solo, sin armas. Los guerreros
dispararon contra �l sin provocaciones... y ahora...
La miró con irritación.
 Si le dijera a tu padre que ruegas por un prisionero&  Evidentemente, no era una amenaza
en vano. La joven se estremeció de temor.
 �No le digas nada!  imploró. Luego, se contradijo . �Oh, qu� importa! �Es algo bestial!
�Aunque mi padre me azote hasta que la sangre me chorree por las mu�ecas, seguir� diciendo que es
bestial!
Y, con aquello, salió corriendo de la habitación.
 �Qui�n es esa chica?  pregunt�.
 Altha, la hija de Zal el Lancero.
 �Y qui�n es Zal? [ Pobierz całość w formacie PDF ]